SANTO ROSARIO
Te invitamos a unirte al rezo del santo rosario, regalo que la Virgen María nos da para junto con ella contemplar los misterios de la vida de Jesucristo.
MISTERIOS DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS - GOZOSOS: (LUNES Y SÁBADO)
PRIMER MISTERIO

La anunciación del Ángel Gabriel a la Virgen María y la Encarnación del Hijo de Dios.
SEGUNDO MISTERIO

La visita de María a Isabel y santificación de Juan el Bautista.
TERCER MISTERIO

El nacimiento de Jesús en el portal de Belén.
CUARTO MISTERIO

La presentación del Niño Jesús en el Templo.
QUINTO MISTERIO

La pérdida y hallazgo de Jesús entre los doctores.
MISTERIOS DE LA PASIÓN DE CRISTO - DOLOROSOS: (MARTES Y VIERNES)
PRIMER MISTERIO

La oración de Jesús en Getsemaní.
SEGUNDO MISTERIO


La flagelación del Señor.
TERCER MISTERIO


La coronación de espinas de Jesús.
CUARTO MISTERIO



La cruz que llevó Jesús al calvario.
QUINTO MISTERIO


La muerte de Nuestro Redentor en la Cruz.
MISTERIOS DE LA LUZ DE CRISTO - LUMINOSOS: (JUEVES)
PRIMER MISTERIO


La revelación de Jesús como Mesías en el Bautismo del Jordán.
SEGUNDO MISTERIO


La manifestación de la gloria de Jesús en las Bodas de Caná.
TERCER MISTERIO


El anuncio del Reino de Dios y el llamamiento a la conversión.
CUARTO MISTERIO


La transfiguración del Señor.
QUINTO MISTERIO


La institución de la Sagrada Eucaristía.
MISTERIOS DE LA GLORIFICACIÓN DEL SEÑOR - GLORIOSOS: (MIÉRCOLES Y DOMINGO)
PRIMER MISTERIO


La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
SEGUNDO MISTERIO


La ascensión de Cristo a los cielos.
TERCER MISTERIO


El envío del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles.
CUARTO MISTERIO


La asunción de María Santísima al cielo y su coronación como Reina de todo lo creado.
QUINTO MISTERIO


La venida gloriosa de Nuestro Salvador Jesucristo al final de los tiempos.
El santo rosario se termina con la salve a la santísima virgen y con este responsorio y oración.
R/ Pues eres de los pecadores el consuelo y la alegría.
V/ Oh, Madre, clemente y pía, escucha nuestros clamores.
Oremos
Dios Padre, tu Hijo Unigénito nos mereció con su vida, muerte y resurrección el premio de la vida eterna; concédenos, te rogamos que, meditando con María los misterios del Santo Rosario, imitemos los ejemplos que contienen y obtengamos la recompensa que prometen. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.