Con la presente novena, queremos celebrar en compañía del pueblo colombiano y sus peregrinos, la solemne restitución de las joyas de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, ofrecidas por la nación con motivo de su coronación canónica el 9 de julio de 1919 y en distintas ocasiones en sus efemérides.
En el sentido estricto, la palabra restitución significa devolución de una cosa a quien la tenía antes; es decir, restablecimiento de algo a su estado original. Por tanto, nuestra súplica a la madre clemente y pía, que escucha nuestros clamores, es que, por su intercesión, restituya en nosotros, la confianza, la dignidad, nuestros bienes, la justicia, la gracia, la verdad, la paz, la libertad y la vida ante su Hijo Jesús (reflexiones de la Doctrina Social de la Iglesia).
Que la restitución de las joyas al lienzo sagrado, nos lleve a restituir en la persona humana, todo aquello que ha perdido o le ha sido sustraído por nuestra sociedad y que Nuestra Señora del Rosario, Reina y Patrona de Colombia, reciba nuevamente esta ofrenda como culto filial y desagravio de todos sus hijos. Que el Señor ponga su mirada sobre nosotros y que podamos alegrarnos nuevamente, sabiendo que su rostro misericordioso resplandece y nunca se oculta.